miércoles, 27 de agosto de 2008

Circular Siete Picos (2.138 m), Navacerrada


En agosto, decidí ir a dar una vuelta por los Siete Picos en Navacerrada. Como me había comprado el gps, ya creía que era Indiana Jones, versión prejubilado. Larga caminata de casi 7 horas con muy poco descanso. ¡Me cagon-la!.


La ida por la cresta vaya que vaya, un poco de gps, un poco de hitos y de sentido común, y tira que tira, sin problemas. Sin embargo, la vuelta por abajo un poco de aquellas maneras, mucho más calor porque era mediodía, unos truenos de tormenta eléctrica que cada vez que oía uno parecía que entraba el turbo en mis pies, y del sendero ni te cuento. ¡Qué inexperto!

Al principio deseché las indicaciones del gps porque no veía el sendero, así que tiré por la Carretera de la República hasta llegar al desvío del camino de la pata la cabra. De aquí, hasta que llegué lo pasé un poco regular, pues entre que me quedé sin agua, los truenos y los pinchazos de las abulagas, el camino parecía no tener fin. Bueno, viví para contarlo. Exhausto llegué hasta el restaurante de Navacerrada y pude, al fin, beber algo para reponerme. Primera lección, que no falte nunca agua.