Este fin de semana pasado he estado con el Club Montisonense de Montaña en el Turbón. He pasado más frío que cuando subí al Aneto pero reirme, lo que se dice reirme, me he hartado. Vamos, no recuerdo cuanto tiempo hace que me reía tanto.
El caso es que teníamos un encuentro (en la tercera fase) con el Grupo Astronómico de Monzón para ver las estrellas, así que el sábado por la mañana subimos por la pista al refugio del Turbón durante unas dos horitas y media. Unos siete kilometros de distancia y con 900 m de desnivel.
Hicimos un buen descanso, comimos y después, sin mochilas, ascendimos al pico del Castillo del Turbón. Una caminata de hora y media con un desnivel de 500 metros. Aquí me veis con el Aneto al fondo. ¡Qué vistas!
Por la tarde tuvimos una disertación sobre tecnología espacial a cargo de Mario y otro compañero, con varios lanzamientos de cohetes. Una pasada.
Por la noche, aunque el cielo estaba muy claro y estrellado, no se veía mucho.
¡Qué le vamos a hacer!
La mañana del domingo, con un día muy soleado, la pasamos pastando en el prado hasta la hora de la comida. Luego regreso a casa.