El día estaba feo, con el 65% de probabilidades de lluvia y, como siempre que ocurre igual, pasa lo mismo, pues se puso a llover. ¡Ea!, casi a un tercio del camino nos volvemos. Pero claro, nos encontramos a tres asturianas que iban para arriba y eso nos dió que pensar. ¡Vaya m...!
Así que en el primer claro que encontramos en el camino paramos a relamernos el orgullo. Tras un conato asambleario, con consulta previa al gurú del tiempo, y por mayoría a mano alzada, decidimos que no nos importaba mojarnos un poco o mucho, así que otra vez para arriba. Y rapidito que vamos tarde. Pero con tan buena suerte que sólo chispeó un poco y paró de llover.
Hasta la niebla en la cumbre se fue. Lástima que estaba cubierto y nos las maravillosas vistas tendrán que esperar para la próxima vez que subamos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGT2dl7Di0XVlaIn_JWUOSNebXtsf6MSdM24a6MtmBF1MTn-MzR0D6xzjIFMUE9Xp3SqLDJW_uIdNwJt5YdQV0OlrabV2BVluNPVrIVpRZwH5xEFiBNcSKVv6oxw-yRcHRka079cDhLn4/s320/2009+11,+15+Pe%C3%B1a+Monta%C3%B1esa+CMM+078bis.jpg)
Si eran poco 1.200 metros de desnivel pues le sumamos 300 más. Es que los de mi pueblo adoptivo somos así.
La subida por el collado entre la Peña Montañesa y la Tuca, empinadita.
Enlace a mi álbum de fotos y a las fotos del club y a las de Santi compañero del club.
Como lo he arreglado un poco el track, dice que la travesía duró un día y cuatro horas, pero no es cierto (obviamente). Salimos a las 8:09 de la mañana y volvimos aproximadamente a las cuatro de la tarde.