La Maroma, con sus 2.068 m de altitud es el techo de la provincia de Málaga, en el Parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Como ya subí en el 2.010 desde el Robledal, parte granadina, va siendo hora de hacerlo desde la provincia de Málaga y, en concreto, desde el bonito pueblo de Canillas de Aceituno. Por un estupendo sendero de herradura se sube hasta la cima, de donde bajaban nieve en verano, que mitiga el enorme desnivel y distancia que hay que salvar. Es para hacerse una idea como subir a la Sierra de Guara en Huesca pero un poco más.
Imagen del recorrido realizado
Sin embargo, el día es malo en lo meteorológico.
¡Hay temporal en la cima!
Canillas de Aceituno, Axarquía de Málaga
Pantano de la Viñuela, en la Axarquía malagueña
Fuente de la Rábita al poco de salir
Mirador de la Rábita
Parece que está muy feo por arriba
Con el ánimo fuerte y a la espera de un clarito en el tiempo, continuo ¡aunque no mejora!
La niebla cada vez más baja y yo cada vez más alto
Atravieso el arroyo seco
Antes de llegar a la cuerda, donde se reciben directamente los vientos del norte y sin resguardo, hago los preparativos de rigor, me pongo el goretex, me hidrato y como un bocado. Estoy en los 1.700 m y ahora toca aguantar el viento, la fina lluvia y adentrarse en la niebla. Las condiciones van empeorando poco a poco, llueve más, hace más frío y el viento arrecia con virulencia.
Al final, arriba de la Loma de la Capellanía, a unos 2.050 m de altitud comprendí la diferencia entre valentía y temeridad, en ese momento vi claro la línea que separa lo prudente de la obcecación. Si daba un paso más para recorrer los escasos 300 m lineales a la cima tenía la sensación de que podría meter la pata hasta el fondo.¡Toca retirada, lenta, sin prisas y sin perder la senda!
Vista atrás desde el collado de Almachares
Y no sé por qué, hasta la foto de la panorámica salió en blanco y negro.
¡En fin! La Maroma siempre estará aquí y yo volveré pronto.
Cerro El Fuerte,
¡Habrá que estudiar como se sube!
Al calorcito del sol voy secando las ropas mientras desando el camino